domingo, 26 de septiembre de 2010
En la frontera
domingo, 8 de agosto de 2010
Las crónicas de un héroe

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/08/02/andalucia/1280780421.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/08/06/andalucia/1281103199.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/08/06/andalucia/1281090608.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/08/06/andalucia/1281092810.html
jueves, 29 de julio de 2010
Versolátigo

Papel pintado, de flores, como enormes repollos azules. En el armario empotrado está la coca-cola de dos litros que mi madre no me deja probar. No tengo fuerza para abrir el tapón de metal así que consigo hacerle tres agujeros con una punta y un martillo. Cuando me apetece, muy a menudo al principio, me echo unos tragos al coleto. Aunque esto quizá fuera más tarde, después de que mis padres se separaran.
En una de las estanterías varios ejemplares de la colección Letras Hispánicas. Uno es de Juan Ramón Jiménez, luce una rosa en la portada y no lo entiendo. Otro se presenta «Blas de Otero. Verso y prosa. Edición del autor». Es el primer libro que abro y leo por propia voluntad. De la primera página cuelga la etiqueta de la «Librería Xana. La Nalona, 3-Telf. 692016. Sama de Langreo». La letra inconfundible de mi padre informa entre otras cosas de la fecha (6-XII-79) y del precio 140 [pesetas]. El primer poema que abre, tras una introducción de cinco líneas que nos informa de todas las ciudades y países en los que había vivido el poeta, dice, hacia la mitad:
Esto es Madrid, me han dicho unas mujeres
arrodilladas en sus delantales,
este es el sitio
donde enterraron un gran ramo verde
y donde está mi sangre reclinada.
Días de hambre, escándalos de hambre,
misteriosas sandalias
aliándose a las sombras del romero
y el laurel asesino. Escribo y callo.
Nada que ver la sugerente portada, por colorista, de Mauro Cáceres, con el contenido. De siempre se me figura un caserón vasco (que ediciones posteriores han sustituido por una imagen más urbana, hoy vigente). Cuando leí, sentí como un chasquido o un trueno, un redoble de conciencia. Cuando llegué a Ancia ya iba preparado, pues Verso y prosa es una antología. En los índices he marcado, con los años, varios poemas de mi gusto. Incluso uno me aprendí para recitárselo a una amiga; a mis amigos, hablo en general, no les gusta la poesía. Apenas lo tocamos en el instituto. Cuando escuchaba a Paco Ibáñez siempre me saltaba los versos de Blas de Otero, qué desgarro (Me llamarán, nos llamarán a todos./ Tú, y tú, y yo, nos turnaremos, en tornos de cristal, ante la muerte.). Pido la paz y la palabra (colección El Bardo, de Lumen) fue lo último. No se puede estar sufriendo todo el día, al menos hay que cambiar la postura. Hoy me traigo la novedad de Galaxia Gutenberg, Hojas de Madrid con La galerna. Edición completa con más de un ciento de poemas inéditos. Lo remiro y vuelvo a temblar: es el sonido, húmedo de sangre, de un verso certero.
martes, 27 de julio de 2010
Yuyu en retroalimentación

«La dirección de RNE me ha ofrecido que el programa deje de emitirse interrumpiendo mi contrato y que vuelva al cabo de unas semanas con un contrato nuevo en el que pierdo todos mis derechos adquiridos. Además me lo han explicado como a un niño, diciéndome que sólo eran unos días de vacaciones.»
El yuyu no es nuevo, la verdad, esto ya lo hacían entre el personal de los supermercados (e intuyo que lo seguirán haciendo) desde la transición. Claro que ahora le tocó al de la coleta (si la conserva) y sale en portada. Pero en fin, amén del cariño que le profeso como oyente al pobre de Manrique, sólo cabe darle una palmada en la espalda: bienvenido al club, ya estás en casa, cómete ahora la papilla y me eructas por la ventana. Y, chaval: sobre todo no molestes.
sábado, 24 de julio de 2010
Cuestión de tiempo

Imagen: obtenida de la noticia de Público
jueves, 10 de junio de 2010
Islandia mítica

miércoles, 26 de mayo de 2010
Ya están aquíii

El ministerio estudia la posibilidad de que el paciente sufrague parte de los servicios que recibe
Según informa Públicohttp://www.publico.es/espana/315480/gobierno/abre/puerta/copago/sanidad/publica
Nos encontramos, así se desprende de las declaraciones de la ministra Trini Jiménez, ante un reto que ha estado sobre la mesa del Ministerio de Sanidad desde que el mundo es mundo y la democracia, española. Pero «ahora no es hora de introducir nuevos elementos en el debate» (esperamos, sin duda, una señal y menos rimas). Para la consellera de Salut catalana, Marina Geli del PSC, una solución paliativa para los problemas de financiación sanitaria sería cobrar un euro por consulta (en cuyo caso las personas mayores y de rentas más bajas pagarían más). Como estamos ante un gran reto del siglo veintiuno que exige creatividad y frescura, yo les sugiero la confección de unos bonos descuento a la altura de los tiempos. Una tarjetita con banda magnética y diseño impactante que nos permita fichar a la entrada de la consulta y nos devuelva el cincuenta por ciento del pago si visitamos diez veces al urólogo y sólo un veinticinco si accedemos, al menos, a dos consultas distintas. Se premiaría así la fidelidad de los usuarios y animaría a todo el mundo a disfrutar de los productos y servicios que la sanidad pública ofrecería a sus mejores clientes. Además, podrían sortearse premios en forma de descuentos en otras empresas con las que previamente se hayan establecido acuerdos para, por ejemplo, estancias en el monasterio de Veruela que permitan atajar la tuberculosis como si de una aventura se tratara en un entorno histórico de gran belleza y con lecturas de poemas de Bécquer tres veces al día; o en productos exclusivos de menaje hogareño, verbigracia: en un magnífico kit de sangrías que nos permitan recuperar lo mejor de la tradición en la cura de las enfermedades modernas. Sin descartar tampoco grandes ahorros en su seguro de vida con descuentos de hasta un veinte o incluso un treinta por ciento en cirios pascuales y responsos por el alma de aquellas personas, Dios no lo quiera, que culminen su viaje por este valle de lágrimas en las mejores manos. Y es que morirse en la sanidad pública va camino de convertirse en la experiencia de tu vida. Ya estás ahorrando, palabra de Trini.
Imagen: obtenida en la misma noticia
sábado, 1 de mayo de 2010
Vinos y días

Hoy, día del trabajo, la feria del libro antiguo y de ocasión de Ponferrada abría, en la plaza de Fernando Miranda que destaca por sus terrazas abarrotadas por el Sol cenital. Escuché la sonada de la CGT, les firmé un manifiesto ecologista con un bolígrafo en funda de palo (hay que ver qué poco futuro) mientras hablaban de un fulano que ha hecho un estudio sobre la incidencia del cáncer en la zona o yo qué sé. De no creer, con todo el respeto.
En la feria había variedad, esperable, y lo que me interesaba un poco caro. De todos modos siempre hay algo que embolsarse, sobre todo ahora que el trayecto de la librería al trapero se ha hecho tan corto que te encuentras a menos de diez, libros que tú aun tienes a diezytantos en la estantería. Lo mío: el Rodríguez Lenin sobre Gabinete Caligari por los viejos tiempos (con una foto de portada en que parecen chaperos de a veinte sin condón); El mito del carácter nacional de Julio Caro Baroja que es un regalo a cuatro euros en edición de 1970 y por probar, sin mucho ánimo, Si los muertos no resucitan de Philip Kerr.
Como somos cuatro aquí, me encontré con unos colegas y asentamos nuestros reales en una terraza de las dichas, a la sombra caliente. La montaña aún nevada, que aquí es el mar, refrescando los cuartos traseros. Un Peique para acompañar el pincho de tortilla y unas risas por Jardiel Poncela; anécdotas de libreros («Esta es una librería de libros ¿no? Sí, señora. Así que sólo tenéis libros. Sí, señora. Gracias.» Verídico) y qué mierda El nombre del viento y qué basura Dan Brown. Ya en casa un arrocete con tomate y ajo y un M de Luna Beberide 2008 que está de muerte por seis euros.
Felicidad, o algo así.
miércoles, 28 de abril de 2010
Lo que nadie pensó que sucedería
lunes, 26 de abril de 2010
El hispanista español

Digo que me encantó su libro sobre Carlos V, el césar y el hombre. Se lo robé a mi padre y él me llevó a ver Yuste y todo el viaje le di el coñazo con sus fechos y fazañas, con genealogía. Su lomo en la estantería. Hoy cada vez estoy más convencido (desde una ignorancia en historia del XVI sólo comparable a la que luzco acerca del resto de la historia de mi país) que el hispanismo del austria es sólo el consuelo, un hermoso sueño para este divulgador que creo se merece el rótulo que le aplica Tereixa Constela en su necrológica en El País: el gran hispanista español. Otro menos.
Foto: Bernardo Pérez en El País.
jueves, 25 de marzo de 2010
Hijo de Thompson

lunes, 22 de marzo de 2010
El agua de mi casa
El otro día volví a Gijón, al dentista, tenía un permiso y aproveché para revisar piños y visitar al chaval que está de aquella manera por las malas posturas... en fin. Me acerqué a Paradiso a cumplir con el ritual, comimos en El Rioja y paseamos un poco. Entre los libros y las lentejas y antes del vino (me he aficionado al del Bierzo y al pretérito perfecto) salimos a la playa que en Gijón se esconde tras la muralla de edificios y por eso, a mí, siempre me da como vértigo tanto horizonte repentino. Tiré algunas fotos con el móvil. De vuelta a la comarca y al descargarlas advierto que no es la primera vez que me traigo la playa hasta aquí. No se aprecia la luz exacta, sin orgullo paleto lo digo, el día era más claro, los dorados no se muestran como fueron. Aun así me gusta, por todas las veces que desemboqué en esta arena, la mitad traída de no sé sabe dónde, por las obras del puerto. Allí estuve contigo, también contigo. Hablamos de cine o yo qué sé, paseamos y cegamos los ojos contra el cielo, en el frío del verano, en el sopor del otoño de marzo probamos la sal. ¿No te acuerdas?
Foto: del autor. Playa de San Lorenzo, desde la escalera 3. Gijón. 19 de marzo
Foto: del autor. Playa de San Lorenzo, desde la escalera 3. Gijón. 19 de marzo
domingo, 21 de marzo de 2010
Aquí, donde el cielo nos toca (XIII)
Aquí, donde el cielo nos toca (XII)
Fotos: del autor. El Apoxiomenos (por delante y por detrás): «copia romana de la primera época imperial (s. I d.C.) del original en bronce de Lisipo del año 320 a. C. aprox., hallada en el Trastevere en 1849. El atleta, al salir del gimnasio, con el rascador en la mano izquierda, limpia del polvo y del sudor (en griego apoxyein = limpiar) el brazo derecho extendido. La mirada, desconcentrada y opaca por el esfuerzo, se dirige hacia lo lejos: es la imagen de un vencedor, no en el momento de los honores, sino "después", cuando lo agobia el cansancio. Lisipo, escultor también del retrato de Alejandro Magno, no quiso representar a los hombres tal como son, sino como se presentan individualmente, en cada instante fugaz (Plinio, Naturalis Historia, XXXIV, 65). Inv. 1185.» según la Dirección de los Museos en la Guía de los museos y de la ciudad del Vaticano; Ciudad del Vaticano: Edizioni Musei Vaticani, 2005, 44-45. Tal vez, lo seguro: el mejor trasero de Roma. 13 de marzo
Aquí, donde el cielo nos toca (XI)
Aquí, donde el cielo nos toca (II)
Aquí, donde el cielo nos toca (I)
sábado, 27 de febrero de 2010
Con las manos

Bajo el huracán, por el puente azotado, me animé a subir al teatro Bergidum, para rendir homenaje a un asturiano de nacimiento (berciano de corazón) y de nombre Nicolás Solana.
Nació durante la guerra (creo que en el 32), en Mieres, y como todos los hijos de su hija, la posguerra, pasó mucha hambre. Quizá por eso emigró con su familia a León donde estudió el pintor sus primeras letras. Finalmente recaló en Ponferrada y decidido a transitar los caminos del arte, difíciles y menesterosos, pudo aprender en Madrid, en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, con un discípulo de Sorolla. De su maestro, cuyo nombre no recogí (soy casi analfabeto en historia del arte) aprendió según sus palabras todo lo que sabe, y con él, la paleta colorida de la escuela valenciana. Con eso y sus modelos (Velázquez, Rembrandt y, por supuesto, Picasso) regresó a la capital del Bierzo donde realizó ya toda su obra adulta, fundiendo su vida con el pulso de la ciudad. Dedicó y dedica una muy importante parte de su tiempo a la enseñanza y goza del favor del Instituto de Estudios Bercianos, la escuela de cerámica de la ciudad y el grupo de teatro Conde Gatón que le propusieron para el premio.
La ceremonia fue amenizada por Conde Gatón que ofreció parte de su nueva obra, y que, a pesar de los malos presagios surgidos de la introducción, consiguió arrancar carcajadas en el cierre. Precisamente al final dedicaron al pintor el mayor elogio: amigo del Conde Gatón. El alcalde de la ciudad (un virtuoso de la comunicación que consigue no menos de una foto diaria en los dos periódicos de la zona) hizo las veces de maestro de ceremonias y leyó un discurso varios de cuyos párrafos pueden leerse aquí. La intervención del premiado valió tanto como más de la mitad de la historia del arte contemporáneo en la ciudad y merecería fijación.
Según Nicolás Solana, he aquí su declaración de principios, él pinta porque le gusta, y sobre todo, aprecia el momento de enfrentarse a un lienzo en blanco, comenzar a plasmar una idea, un motivo, cualquier cosa y ver cómo se expande, cómo toma forma, entre sus manos. Y recomienda la luz del Bierzo.
Foto: obtenida en Bierzotv.com
Según Nicolás Solana, he aquí su declaración de principios, él pinta porque le gusta, y sobre todo, aprecia el momento de enfrentarse a un lienzo en blanco, comenzar a plasmar una idea, un motivo, cualquier cosa y ver cómo se expande, cómo toma forma, entre sus manos. Y recomienda la luz del Bierzo.
Foto: obtenida en Bierzotv.com
martes, 9 de febrero de 2010
Citar de oídas


http://www.elmundo.es/elmundo/2010/02/09/cultura/1265720738.html
Foto: AFF, obtenida en el artículo citado.
Foto: AFF, obtenida en el artículo citado.
miércoles, 6 de enero de 2010
El oído a las raíces

Si Juan José Heredia, Niño Josele (1974) hubiese nacido hijo de Emilio Botín, a buen seguro sería, con un poco de ojo, director de Banesto; pero nació en la Almería flamenca, aprendió de su padre, de Paco de Lucía y de Tomatito y hoy, apoyado por Javier Limón y Fernando Trueba metido a flamenquista, hace y deshace a su gusto, con sus dedos, sobre las cuerdas del día. Puso, pues, su vida en el flamenco, e inició una trayectoria de 36 años (Calle ancha, 1994; Niño Josele, 2003; Paz, 2006; La venta del alma, 2009) que aplicando el oído a las raíces produjo este meteoro bautizado Española.
El tema que da título al trabajo lo compuso el pianista McCoy Tyner (1938) en su día acompañante de Coltrane: hispanismo musical. El resto cae de la mano del tocaor. El jazz se lleva su parte en un conjunto nacido de varias raíces para romperlas y hacerlas estallar en la verdadera fusión. No estaba en sus planes, él hace su trabajo, construye su vida por vía flamenca, pero lo escuchamos y estoy seguro, el corazón arde con el sosiego de una estrella, en larga y sostenida transformación.
El tema que da título al trabajo lo compuso el pianista McCoy Tyner (1938) en su día acompañante de Coltrane: hispanismo musical. El resto cae de la mano del tocaor. El jazz se lleva su parte en un conjunto nacido de varias raíces para romperlas y hacerlas estallar en la verdadera fusión. No estaba en sus planes, él hace su trabajo, construye su vida por vía flamenca, pero lo escuchamos y estoy seguro, el corazón arde con el sosiego de una estrella, en larga y sostenida transformación.
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