
No me ha hecho falta leer más que la reseña de la contraportada para que los pelos de los brazos se alzaran como lanzas electrificadas. Un movimiento anfibio los ha recorrido hacia el recuerdo. Como volver a casa, cerrada y húmeda. Han pasado diecisiete años desde que se publicara por primera vez en español. En
Hijo de la ira: «Desinhibido de cualquier atadura, Thompson culmina su carrera con una novela repleta de símbolos, de violencia y de sexo.». Sensacionalismos aparte, esto es el verdadero horror y no los mormónidos hijos de Drácula. Cuando lo termine lo cuento.
6 comentarios:
Qué grande Thompson. Lo conocí por el buzo y flipé. Este no me lo leí aún. Pendiente queda.
No es el mejor, tiene, como se dice, destellos. Si ya lo has leído no te doy la paliza pero no olvides «El asesino burlón». Saludos
Por cierto que me gusta tu blog.
¡Gracias! Me apunto "el asesino" :)
me cayó para el cumple señor, ¿Cómo vas?
Gente que te quiere. Bien ¿y tú? A ver si este verano puede ser y caen unos chatos.
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