
Mientras los grandes se masturban en España con
Libranda, resulta que, como siempre, hay alguno que rompe la disciplina. Para el caso:
El Chacal. Según
Público este señor, uno de los agentes literarios más importantes del mundo, se va a pasar a las editoriales (el artículo habla mucho de
editores, curioso) por la piedra, negociando
directamente con plumillas para vender los textos por
Amazon. Tres cuestiones al respecto: Carmen
Balcells ya hace algo parecido en España; segundo: la plataforma
Libranda lo es de los grandes grupos editoriales españoles, así que cuando el asunto rompa, supongo que se dedicarán a vender desde Internet sin intermediarios (cosa que Planeta ya hace con
Casa del Libro, sin ir más lejos); tres: por estructura, empresas de otros ramos, tal y como amenazaban no hace mucho, entrarán en el gallinero a por su parte del pastel, léase: Telefónica, que con
Movistar figura ya entre los distribuidores de
Libranda. Consecuencias: echarán del negocio a aquellas distribuidoras que no dependan de esos mismos grupos editoriales y, para sí, apenas una
restructuración de personal. Exigirán además de la ministra de cultura que cuelgue de la plaza mayor a los piratas que hacen uso
non sancto de la red. Las librerías
sobrevivirán como reductos para las víctimas de la brecha digital y amantes de la disciplina
anticuaria.
Andrew Wylie no es, como se ve, el único cánido de este predio, quizá el más rápido.
Imagen: obtenida de la noticia de Público
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