viernes, 4 de enero de 2008

Platón ha muerto

A principios del mes de diciembre del año pasado, parece que fue ayer, me pedía el Buzo aclaración sobre el trasfondo filosófico de la película La brújula dorada (me tiene en mucho, ya se ve). Le llamaba la atención el asunto de los daimonion (démones), palabro históricamente desarrollado en la Grecia clásica y muy relevante en la filosofía de ¡¡Platón!! (ya oigo el golpear seco de cabezas desmayándose sobre los escritorios). Seré breve ¡no me sufran, diablo!
Aclaro que este texto puede desvelar parte de la trama, no me metan un paquete, oigan. Aclaro también que la niña de Dios (dicho sea en tono coloquial) no viaja a un mundo donde el personal lleve consigo un daimon, sino que vive en un mundo tal. Por otro lado, la institución llamada Magisterium es el trasunto de la Iglesia Católica que, como todas las iglesias, aprovecha su papel de mediadora espiritual universal para hacer política. Si has pensado, lector, que los démones ejercerían ese papel de mediadores al estilo de ¡¡Platón!! (!!!!aaaarrrggg¡¡¡¡) vas mal. Dicho rápidamente: esas formas materiales-espirituales son el alma (casi nada) de cada quien que se muestra así como es en un sentido muy religioso. Si eres una persona servil y adocenada, tu alma será un perro faldero. Si valiente y orgulloso, y además te van las bajas temperaturas, un irbis. Etcétera. Resulta también interesante que siendo las almas humanas animales, los animales no tienen alma (he aquí la demarcación antropológica), aunque hablen y beban güisqui (el alma de un oso acorazado es su coraza, su función; el determinismo anglosajón que retorna). Hay otras cosas graciosas pero cortemos antes de que se produzcan derrames cerebrales irreversibles.
¿Qué tiene esto que ver con Platón? Pues no mucho, la verdad. Lo demónico antes de nuestra era y en la cuna de nuestra civilización hace referencia a la divinidad (Homero) o a divinidades de rango inferior (Hesíodo) o, finalmente, a la descendencia de los dioses (!!Platón¡¡ -¡¡¡yaaarrgghh!!). Esta información la saco, no de mi privilegiado cráneo, sino de la edición de M. Martínez Fernández en Gredos de El banquete. En el último caso, la cuestión se complica porque la elaboración que se hace en El banquete de Eros (Amor) es mucho más rica: es mediador entre quienes aman (y vaya si aman porque desean la inmortalidad procreando en la belleza) y la belleza misma. El colofón está en que Sócrates puede ser interpretado como ese fulano capaz de hacer parir cosas bellas, no en el mundo de las ideas, precisamente. Dice ¡¡Platón!! (¡¡¡nooooooo!!!): «¿Y qué es lo que le corresponde [al alma concebir y dar a luz]? El conocimiento y cualquier otra virtud [...]. Pero el conocimiento mayor y más bello es, con mucho, la regulación de lo que concierne a las ciudades y familias, cuyo nombre es mesura y justicia». Únase esto al mito de la caverna, a la liberación de los esclavos que duermen sin saberlo y advertimos que lo mejor que podemos hacer con la brújula dorada es tirarla al váter. Última anotación, el libro, a pesar de la ideología un tanto sombría que se adivina, es entretenido: pasado por el filtro de Hollywood obtenemos otra conquista del oeste.
Y no me lloren ya más, carajoo.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Muy bien, Buensur. Acabo de enlazarte el post porque está bastante bien. Pero como soy un poco lento ¿me puedes confirmar que La brújula dorada es una película "mítica"?

tomatita dijo...

Jajaja...yo todavía estoy procesando, querido. Aunque adoro tu prosáica mala flema.

Buen Sur dijo...

Bueno, Tomatita, no sé yo si tu flema es mala, lo que sí sé es que tiene retranquilla ¿eh?

Anónimo dijo...

ya no escribes nada mas? pasé aquí porque soy muy aficionao de lo del buzo triste, pero escribies muy pocas cosas. Tu que opinas de lo de las acciones de telefónica del cuento de ahora del buzo triste?

Buen Sur dijo...

Sí, soy un poco vago para escribir. Por otro lado, yo también visito habitualmente al buzo pero no sé de que acciones me hablas, lo miraré y ya comentamos allí. Por cierto ¿lo del apodo es por el año chino?

Anónimo dijo...

No, tío, es que me llaman así los colegas. Una gente que habla de acciones de telefónica y que son muy aburridos, no como los chinos esos presos que bailan lo de Mickael Jackson. A ver a ti que te parece. Yo es que le preguntaba por la comida gratis y por una morena que parecía que se había ligao el buzo pero luego me explicaron que el cuento no iba de eso sino de accionistas de telefónica. Escribe algo, tío, en tu blog, que voy a empezar a seguirlo también.