miércoles, 26 de marzo de 2008

Biblioleninismo

El otro día me pasé por la librería de mi vida una vez más porque no soporto las traiciones ni los corporativismos estrechos, futboleros, y me compré -lo digo sin amaneramiento, creedme- las Obras escogidas de Lenin en Progreso. Ya veo que alguna (quizá alguno) se desinfla con un inmenso suspiro y dibuja una mueca de «me parto de risa, ya estamos otra vez». Pero es lo que hay tovarisch (no sé cómo se escribe el plural, si existe, cómo se coloca el femenino). En fin, digo que compré los tres tomazos y ahora los miro con cierta duda. Recorro los índices donde aparecen escritos titulados tal que así: «La guerra y la socialdemocracia de Rusia», «Séptimo congreso extraordinario del PC(b) de Rusia», «Seis tesis acerca de las tareas inmediatas del poder soviético» y otras cosas por el estilo y me invade una tremenda sensación de incapacidad, de melancolía previa, como de bucle. En cualquier caso, lo más llamativo es que, para los responsables del Instituto de Marxismo Leninismo adscrito al Comité Central del PCUS, es más importante leer «¡La patria socialista está en peligro!» que Materialismo y empiriocriticismo. Me reservo conclusiones apresuradas y aprovecho para constatar que El estado y la revolución ha sido publicado en Alianza Bolsillo con una introducción que no tiene desperdicio. Creo que aún no se ha escuchado el estrépito final de la caída.
Imagen: Lenin, en plan seductor

jueves, 20 de marzo de 2008

Cuando la piel es sólo eso

Los franceses y las francesas que patentaron a pesar de muchos las grandes palabras que el dinero acuna como Libertad tienen algo que aprender de los prejuiciosos españolitos. Bien es verdad que la conocida como ley del Matrimonio Homosexual no ha sentado bien a todo el mundo aquí, pero todavía da vergüenza decirlo en público, no es de buen tono: victorias del talante escamoteador. En fin, que se han puesto de morros en París (El País dixit) porque la campaña contra el VIH mostraba un pezón y las montañas de un trasero en la lejanía difuminada y, eso es lo peor, ambos pertenecientes a dos varones frotándose pecho a pecho. Qué prado de pena, qué espectáculo de decadencia de la grandeur arrastrada.
Para curar heridas y con el mejor ánimo desde este blog con título tan de fiesta drag les hacemos un homenaje a quienes caminan por el lado equivocado de la acera (sobre todo a quienes se protegen del flagelo), a quienes, en fin, discurren sexualmente por donde les da la gana y no preguntan cuál es el lado bueno, a este y al otro lado de los Pirineos. También aprovecho para saludar a mis padres que me estarán leyendo y para dedicarle esta entrada al Buzo que siempre lo agradece.
Imagen: es la imagen censurada de la campaña contra el VIH en Francia, obtenida de la noticia de El País que se enlaza más arriba.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Teología de piedra, espuma de esencia

Estas elecciones han sido tan aburridas como las anteriores y puede que menos que las próximas. Algo tendrá que ver el hecho de que en España hayamos alcanzado la normalidad democrática tan ansiada. Sin embargo, siempre hay alguien que te sorprende, alguna idea original o impactante que se cuela como sin querer en algún discurso y consigue despertarnos del sopor. Este año, sin duda, la palma a la ocurrencia se la llevó Joan Tardá, número dos de Esquerra Republicana de Catalunya al Congreso de los Diputados. Afirmaba el interfecto en una entrevista concedida a El País y abierta a Internet algo como esto:
«Debo decirle que yo no soy español. Soy catalán, aunque ciertamente "estoy" español. Y usted conoce perfectamente la diferencia entre el verbo ser y el verbo estar. Además, deje que le diga que los catalanes no tenemos nada en contra de nadie, máxime en contra de los otros pueblos del actual Estado español. Por una razón más que evidente: la mayoría de nosotros tenemos las raíces familiares en Andalucía, Castilla etc.».
Esta respuesta vale un millón por su claridad, porque no estamos acostumbrados a declaraciones tan meridianas, ni tan medievales ¿Qué significa esto, en fin? pues ni más ni menos que: la catalanidad es esencial mientras que la hispanidad es existencial, dicho de otra manera, la esencia está de parte de Cataluña pero la contingencia de España. Mañana mismo Barcelona podría ser la capital de la provincia más austral de Francia y entonces el señor Tardá continuaría siendo catalán pero estaría francés. Coordínese lo dicho con las ideas de nación (esencial) y estado (existencial, recipiente o cárcel de pueblos) y ya tiene el tinglado montado. Pero claro, sólo en el caso que tratamos, la carga de profundidad consiste en que el estado catalán sería la guinda necesaria, la espuma de la esencia; como España es sólo existencia, el estado resulta una superestructura huérfana, si nos entendemos, porque no descansa sobre una verdadera nación histórica.
Joan Tardá nos ofrece una bonita clave para interpretar su a ratos incomprensible discurso recurriendo a modelos de la teología medieval católica y yo no quiero aburriros hoy criticando el asunto. Me queda la duda no obstante de saber de dónde le viene a la madre Cataluña esa ejemplar pureza y necesidad frente a la yerma y vacua España (estado español en puridad) y de dónde (sino del idealismo más antiguo) la idea de que las naciones políticas son previas a los estados. Otro día lo discutimos, pero agradezcamos entre tanto a Joan Tardá su vetusta, pétrea claridad (y su bigote, tremendo ¿verdad?).

domingo, 9 de marzo de 2008

Dulce muerte

Comíamos el menú del día tras nuestra particular fiesta democrática en un bar del Carmen; antes habíamos tomado un vino y paseado por un Gijón espléndido, vestido de agua de lluvia e iluminado por nuestro sol de invierno primaveral, tan inestable como respirable. A nuestro lado un grupo de amigos comía y de entre ellos, una mujer mayor tuvo un mareo. Perdió la conciencia y se acostó sobre el banco del restaurante. Hablamos con el servicio de urgencias que le recomendó agua y descanso mientras se recuperaba. Amante del Quantró y de dormir desnuda, reposaba a la larga entre muestras de cariño y conversaciones, comíamos y bebíamos y en ese momento habría sido bello y hasta natural fallecer sin más. Entre gente querida y risas, con vino, con niños. Hoy he pedido un deseo, sin espanto. Algo hermoso en un día electoral estólido, metálico y previsible. Hoy por hoy no sólo la muerte es inevitable, también el aburrimiento y el resultado electoral.
Foto: «Atardecer playa San Lorenzo» de Miguel Prado obtenida de su página http://www.miguelprado.com/galeria/index.html

viernes, 7 de marzo de 2008

Biología multinacional

Las grandes empresas, a lo que parece, están como poseídas por la especie que decía la Beauvoir de las mujeres. Cuando nacen a un nuevo mundo de posibilidades (España pongamos por caso) son todo hermosas promesas, zalameos y pincheos de presentación y buenas intenciones. «Contamos contigo, trabajador»; «la clientela es lo primero»; «relájate y disfruta». Mucho más ocurre en las que se suelen denominar industrias culturales, ungidas en su génesis por su salvífica misión de traer la gracia este mundo: «lee y sálvate». Como si la alienación fuera sólo condición de almas incultas en el sentido más literal.
Pero hablábamos de posesión. Sí. La empresa en su medio tiene un solo fin, ganar dinero, con mejor o peor talante. Cuando la criatura engorda y crece comienza a afirmar en su fenotipo conductual lo que su génesis implica: dominación del nicho biológico, eliminación de competidores, destrucción de las barreras interespecíficas: el desorden del orden capitalista que los barbudos denunciaran en su día y que la ciencia ficción ha tratado de modo tan prolífico.
Dan ganas de creer en Dios: mejor leerse el último premio Biblioteca Breve (como anestesia, tú sabes).
Imagen: BCE Place Galleria Toronto Panorama 2002, de Calatrava. Obtenida en http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:BCE_Place_Galleria_Toronto_Panorama_2002_cropped.jpg